
… aunque durante algunos días aún tendremos que ir con cuidadín al poner la fecha, al menos a mi me sucede que necesito un tránsito para implantar el nuevo año en mi mecanismo automático…
El fin de año se vive como un momento de reflexión de lo que nos ha deparado el año que acaba y de proyección hacia lo que deseamos que nos traiga el año que llega.
Aunque todos sabemos que cada día acaba un año y empieza otro, este momento es significativo, con el paso del calendario. Ya nunca más estaremos en 2012…
En mi valoración personal os diré que este año que acaba ha sido de lo mas movidito. Tengo la sensación de que las experiencias, las vivencias, los acontecimientos, se agolpan a ritmo intenso. Y no solo para mí como individuo…si fuera así, no tendría mucha importancia. A veces recuerdo lo que Castaneda decía en sus libros, parece como si el tiempo fuese una goma elástica que se estira y se encoge…
Si quisiera hacer el relato de lo que ha sucedido este año, podría pasar en ello otro año, así que no voy a hacerlo. Si hago un resumen, pues va a depender del día en que lo haga, de mi estado de ánimo y de si ese día hace sol o está nublado…bueno, exagero un poco, pero casi casi… Si quiero extraer los momentos cumbre, me voy a dejar cosas importantísimas pero que son pequeñas, ¡y no me gusta!
Total, que he decidido pasar el 2012 por el túrmix de vivencias y añadirle un poco de harina y levadura y una pizca de azúcar, y ….¡Al horno! Así tendré galletitas de recuerdos que degustaré poco a poco durante 2013. Quizás algunas sean, a pesar del azúcar, un poco amargas, pero otras serán deliciosas y tendré que contenerme para no comérmelas todas de golpe.
Así que, no me queda más que compartir con vosotros mi caja de galletas. Si queréis, ¡Intercambiamos recetas!
Os deseo un año 2013 lleno de ….
aprendizaje, porque aprender es lo más bonito del mundo
compromiso interior con vuestro camino, porque es la mejor de las motivaciones
confianza, en vosotros y en la Vida
decisión, porque nos podemos equivocar o no, pero hay que ponerse en marcha
valor, para realizar vuestros proyectos
curiosidad, para investigar y mirar el mundo como niños
y sorpresa, porque el vivir… ¡es una maravilla que nos sorprende cada día!
Os envío un abrazo virtual, a la espera de veros pronto,
Laia Monserrat
… aunque durante algunos días aún tendremos que ir con cuidadín al poner la fecha, al menos a mi me sucede que necesito un tránsito para implantar el nuevo año en mi mecanismo automático…
El fin de año se vive como un momento de reflexión de lo que nos ha deparado el año que acaba y de proyección hacia lo que deseamos que nos traiga el año que llega.
Aunque todos sabemos que cada día acaba un año y empieza otro, este momento es significativo, con el paso del calendario. Ya nunca más estaremos en 2012…
En mi valoración personal os diré que este año que acaba ha sido de lo mas movidito. Tengo la sensación de que las experiencias, las vivencias, los acontecimientos, se agolpan a ritmo intenso. Y no solo para mí como individuo…si fuera así, no tendría mucha importancia. A veces recuerdo lo que Castaneda decía en sus libros, parece como si el tiempo fuese una goma elástica que se estira y se encoge…
Si quisiera hacer el relato de lo que ha sucedido este año, podría pasar en ello otro año, así que no voy a hacerlo. Si hago un resumen, pues va a depender del día en que lo haga, de mi estado de ánimo y de si ese día hace sol o está nublado…bueno, exagero un poco, pero casi casi… Si quiero extraer los momentos cumbre, me voy a dejar cosas importantísimas pero que son pequeñas, ¡y no me gusta!
Total, que he decidido pasar el 2012 por el túrmix de vivencias y añadirle un poco de harina y levadura y una pizca de azúcar, y ….¡Al horno! Así tendré galletitas de recuerdos que degustaré poco a poco durante 2013. Quizás algunas sean, a pesar del azúcar, un poco amargas, pero otras serán deliciosas y tendré que contenerme para no comérmelas todas de golpe.
Así que, no me queda más que compartir con vosotros mi caja de galletas. Si queréis, ¡Intercambiamos recetas!
Os deseo un año 2013 lleno de ….
aprendizaje, porque aprender es lo más bonito del mundo
compromiso interior con vuestro camino, porque es la mejor de las motivaciones
confianza, en vosotros y en la Vida
decisión, porque nos podemos equivocar o no, pero hay que ponerse en marcha
valor, para realizar vuestros proyectos
curiosidad, para investigar y mirar el mundo como niños
y sorpresa, porque el vivir… ¡es una maravilla que nos sorprende cada día!
Os envío un abrazo virtual, a la espera de veros pronto,
Laia Monserrat