Karlfried Dürckheim hablaba de dos posibilidades con respecto al zen. Una es devenir budista. La otra es practicar según el espíritu fundamental del zen, que está más allá de las religiones.

Proponemos el zen en este espíritu abierto, no religioso, que favorece la experiencia de la trascendencia que toca a todo ser humano más allá de sus creencias culturales o religiosas.

En un ambiente tranquilo y sobrio, el silencio y la inmovilidad favorecen un contacto distinto consigo mismo. Poco a poco el ejercicio despliega todo su potencial.

Se respira, se observa, se está ahí, presente al instante presente, a los otros, a sí mismo. los pensamientos pasan, las emociones pasan, el ritmo de la respiración nos toma. Se descubre algo constante, inmóvil, se roza el misterio del ser.
Sentarse en silencio es una técnica que hay que aprender y repetir. Puede acompañarnos durante todos los momentos de la vida.

Horarios

Lo esencial

Para aprender a meditar es esencial comprender la importancia de la buena postura, la importancia del silencio y la importancia de la actitud adecuada.

La buena postura se aprende en la misma práctica, con la ayuda del maestro que nos va enseñando a deshacernos de las tensiones que nos limitan y nos acompaña a encontrar el gesto justo.

El silencio se va haciendo de forma paulatina, callando, abriéndose a una mente más calmada, a una forma de estar en el presente sin tantas respuestas automáticas. Es una dimensión sutil y muy poderosa. El silencio compartido en la sala de meditación es muy potente y transformador.

La actitud adecuada o actitud justa es un conjunto de características que el meditador va desarrollando. Entre ellas se encuentran la determinación, la presencia al instante presente, la mirada abierta, el no juicio, la bondad y la confianza.

La línea de

Zen Occidental

Es una línea de zen creada por Karlfried Dürckheim a su regreso de Japón. Volvió con la petición de su maestro de no copiar el zen japonés, sino de buscar el modo en que el zen podía llegar a Occidente conservando su esencia.

Es un zen que va más allá de las religiones, se dirige a la esencia espiritual de cada persona, sin importar sus credos. Un zen sin rituales budistas. Las enseñanzas son reflexiones sobre la realidad de la persona en nuestra época y sociedad. La práctica milenaria no pierde sentido, sino que aporta todo aquello que resulta esencial a cada practicante. Despojando al ejercicio de gestos superfluos llegamos al gesto esencial y transformador, ese que abre las puertas al Ser esencial.

El grupo de

meditación

Meditar en grupo es imprescindible para una práctica transformadora. La fuerza del grupo y la posibilidad de compartir experiencias, silencio y también enseñanzas, refuerza la práctica personal.  Acudir a Presencia Zen a meditar significa compartir un camino, compartir un espíritu.

Se puede participar en las diversas actividades que se ofrecen y proponer también actividades. El intercambio entre las personas fortalece la práctica y la percepción de unión.

Los retiros

o sesshin

Fines de semana (de viernes tarde hasta domingo tarde) y retiros más largos son esenciales para profundizar en la práctica meditativa. Ofrecen el tiempo y las condiciones adecuadas para abrirse al Ser de forma concreta y compartir desde la presencia.

Los retiros forman parte del camino de la meditación y son recomendables tanto para principiantes como para personas que meditan desde hace tiempo.

Iniciación a la

meditación

Si quieres empezar a meditar de forma seria y verdaderamente transformadora, si tienes la necesidad del silencio reparador y de sentir de nuevo la conexión con tu ser más auténtico, el camino del zen es para ti.

Cada mes, en los retiros de un día, se propone un acercamiento e iniciación a la práctica del zen. Se realizan en el Montseny, en un ambiente en plena naturaleza, tranquilo, donde reencontrar la serenidad. Las iniciaciones al zen las realiza Laia Monserrat o alguien de su equipo. El acceso a Presencia Zen Montseny se realiza en coche (1 hora desde Barcelona) o en tren hasta Riells i Viabrea-Breda. 

Es el momento para conocer y también para profundizar en dicha práctica. Se pueden exponer dudas, se dan enseñanzas sobre la práctica y se trabaja con la postura de forma concreta.