Las enseñanzas del maestro Karfried Graf Dürckheim (1896-1988) siguen hoy en día plenamente vigentes. La lectura de sus libros, si bien se hace un tanto ardua, sigue siendo muy recomendable para toda persona que desee avanzar en un camino de espiritualidad verdadero.
Aunque es cierto que la transmisión de los conceptos a partir de libros es realmente limitada, la experiencia demuestra que pocos comprenden su obra plenamente. K. G. Dürckheim está en boca de muchas personas, de muchos instructores de diversas líneas, pero todos ellos utilizan algún aspecto de sus enseñanzas para reforzar sus prácticas, olvidando la visión global que caracteriza la labor de Dürckheim.
Voy a resumir en cinco puntos esta visión global de las enseñanzas de K. G. Dürckheim:
– La espiritualidad como algo que está más allá de las religiones y que es propio de todo ser humano, sea cual sea su credo.
– El Zen como expresión de esta espiritualidad más allá de las religiones, siendo por ello una práctica no ligada al budismo exclusivamente, sino abierta a toda persona deseosa de una realización espiritual profunda.
– La necesidad de complementar la meditación con un trabajo personal de psicoterapia en el que se integran tanto el cuerpo como la mente. El, psicólogo y profesor de psicología, y ayudado por colaboradores especializados, creo la técnica denominada Leibterapia, que podemos definir como psicoteapia psico-corporal.
– La necesidad de integrar la propia sombra para realizar un camino espiritual verdadero. No basta con una práctica metódica y disciplinada, es necesario ver las sombras personales para poder avanzar. Este aspecto de sus propuestas está claramente inspirado en la psicología junguiana.
– La gran importancia del Hara, especialmente para Occidente. Debido a la tendencia sociocultural tan fuerte de despreciar todo lo que no sea producto del intelecto, sufrimos del alejamiento del centro de equilibrio, situado en el vientre. El Hara es centro de equilibrio y también centro vital de la persona. Recentrarse en el Hara es enraizarse, equilibrarse, conectarse con el Centro de Todo.
Laia Monserrat
Psicóloga clínica. Psicoterapeuta en la línea Dürckheim y enseñante de Zen autorizada desde 1989
Bibliografía básica:
“El centro del Ser”, J. Castermane y K. G. Dürckheim
“Hara, centro vital del hombre” K. G. Dürckheim
“Meditar, cómo y por qué” K. G. Dürckheim
“El maestro interior” K. G. Dürckheim
“Experimentar la trascendencia” K. G. Dürckheim
“Un cerezo en el balcón. Meditar en la ciudad” Laia Monserrat. ed. Kairós
“Un cirerer al balcó. Meditar a la ciutat” (català) Laia Monserrat. ed. Kairós
“Espiritualidad natural. Educar a los niños en la espiritualidad. Ideas para padres y educadores” Laia Monserrat. ed. Kairós
“Las lecciones de Dürckheim” Jacques Castermane. Ed. Luciérnaga
Las enseñanzas del maestro Karfried Graf Dürckheim (1896-1988) siguen hoy en día plenamente vigentes. La lectura de sus libros, si bien se hace un tanto ardua, sigue siendo muy recomendable para toda persona que desee avanzar en un camino de espiritualidad verdadero.
Aunque es cierto que la transmisión de los conceptos a partir de libros es realmente limitada, la experiencia demuestra que pocos comprenden su obra plenamente. K. G. Dürckheim está en boca de muchas personas, de muchos instructores de diversas líneas, pero todos ellos utilizan algún aspecto de sus enseñanzas para reforzar sus prácticas, olvidando la visión global que caracteriza la labor de Dürckheim.
Voy a resumir en cinco puntos esta visión global de las enseñanzas de K. G. Dürckheim:
– La espiritualidad como algo que está más allá de las religiones y que es propio de todo ser humano, sea cual sea su credo.
– El Zen como expresión de esta espiritualidad más allá de las religiones, siendo por ello una práctica no ligada al budismo exclusivamente, sino abierta a toda persona deseosa de una realización espiritual profunda.
– La necesidad de complementar la meditación con un trabajo personal de psicoterapia en el que se integran tanto el cuerpo como la mente. El, psicólogo y profesor de psicología, y ayudado por colaboradores especializados, creo la técnica denominada Leibterapia, que podemos definir como psicoteapia psico-corporal.
– La necesidad de integrar la propia sombra para realizar un camino espiritual verdadero. No basta con una práctica metódica y disciplinada, es necesario ver las sombras personales para poder avanzar. Este aspecto de sus propuestas está claramente inspirado en la psicología junguiana.
– La gran importancia del Hara, especialmente para Occidente. Debido a la tendencia sociocultural tan fuerte de despreciar todo lo que no sea producto del intelecto, sufrimos del alejamiento del centro de equilibrio, situado en el vientre. El Hara es centro de equilibrio y también centro vital de la persona. Recentrarse en el Hara es enraizarse, equilibrarse, conectarse con el Centro de Todo.
Laia Monserrat
Psicóloga clínica
Psicoterapeuta en la línea Dürckheim y enseñante de Zen.
autorizada desde 1989